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sábado, 2 de octubre de 2021

Los casos más dramáticos de la VIGILANCIA MUNDIAL SOBRE INTERNET: arrestos, violencia, muerte

El número de detenciones y torturas a usuarios de redes sociales por sus publicaciones crecieron en el mundo durante la pandemia, según la ONG Freedom House. Se trata de la cifra más alta desde el inicio de este estudio.

El número de países donde los usuarios de internet y redes sociales fueron objeto de detenciones y violencia por el contenido sus publicaciones alcanzó un récord entre junio de 2020 y mayo de 2021, según reveló el último informe de la ONG estadounidense Freedom House, que asegura que los derechos digitales retrocedieron a nivel mundial por undécimo año consecutivo.

"Este año, los internautas enfrentaron ataques físicos como represalias a sus actividades en línea en 41 países", indicó el informe, que observó 70 naciones, calificadas en 21 diferentes indicadores tales como barreras para acceder a la red, límites en contenido que puede ser publicado, la vulneración de derechos de usuarios.

"Con pocas excepciones positivas, el impulso de regular la industria tecnológica, resultante en algunos casos de problemas reales como el acoso y las prácticas manipuladoras del mercado, se utiliza para sofocar la libertad de expresión y obtener un mayor acceso a los datos privado", escribió Freedom House. "Las víctimas son los usuarios", remarca la organización.

golpe Myanmar Birmania

El informe señala en caso de Birmania, donde la junta militar que tomó el poder en febrero de 2021 cortó el acceso a internet, bloquear las redes sociales y forzar a las empresas tecnológicas a darle datos privados.

Los autores añaden que en 56 de los 70 países estudiados se produjeron detenciones o condenas de ciudadanos por sus actividades en la red, lo que supone un porcentaje récord. Además, un total de 20 países bloquearon el acceso a internet de sus ciudadanos y destaca los cortes de internet en Birmania y Bielorrusia como los puntos más impactantes del periodo estudiado.

El informe también denuncia la creciente regulación de las empresas tecnológicas por parte de distintos gobiernos para amparar medidas represivas: en 48 de los 70 países, lo que equivale al 88% de los usuarios globales, se elaboraron nuevas reglas para las empresas tecnologías relacionadas con el contenido, los datos y la competencia.

Otras estadísticas del informe revelan que en el 80% de las naciones analizadas hubo gente arrestada por sus comentarios o discursos online; en el 41% de las naciones se ha llegado a detener Internet o las redes móviles por motivos políticos. Mientras tanto, el 46% de las naciones bloqueó o restringió el acceso a plataformas sociales, una elección realizada principalmente en concomitancia de protestas o elecciones.

Espionaje y bloqueo de las redes de Internet

Por el lado de la vigilancia, finalmente, el informe indica que las autoridades de al menos 45 de 70 países están sospechadas de utilizar software espías o tecnologías para la extracción de datos proporcionadas por empresas especializadas como Nso Group, que terminó en la tormenta del Software Pegasus, utilizado por algunos gobiernos contra periodistas, activistas y políticos.

"Un mercado comercial en auge para la tecnología de vigilancia ha dado a los gobiernos más capacidad que nunca para burlar el estado de derecho y monitorear las comunicaciones privadas a su discreción", dice el informe.

China considerado por el informe como el país menos respetuoso con las libertades digitales y el más represivo contra internautas disidentes. "La pandemia de Covid-19, que sigue siendo uno de los más discutidos ítems censurados", se indica en el informe.

El informe señala en caso de Birmania, donde la junta militar que tomó el poder en febrero de 2021 cortó el acceso a internet, bloquear las redes sociales y forzar a las empresas tecnológicas a darle datos privados. La caída en la puntuación de 14 puntos del país asiático (ahora en 17 puntos) es la más grande registrada desde el comienzo del proyecto Freedom on the Net.

Por otro lado, el informe habla de los cortes en internet durante una elección en Uganda en enero y tras las discutidas presidenciales de Bielorrusia de agosto de 2020, que originaron una protesta masiva luego reprimida.

"Al menos los gobiernos de 20 países cerraron Internet este año, y 21 estados bloquearon las redes sociales y las plataformas de comunicación, con mayor frecuencia durante tiempos de agitación política como protestas y elecciones", dice el informe.

La ONG menciona que en India el acceso a Internet se cortó repetidamente durante enero y febrero de 2021 cuando los agricultores salieron a las calles para expresar su oposición a los proyectos de ley de reforma agrícola. En Nueva Delhi afectó a más de 50 millones de usuarios.

Los países mejor y peor puntuados

La ONG menciona que en India el acceso a Internet se cortó repetidamente durante enero y febrero de 2021 cuando los agricultores salieron a las calles para expresar su oposición a los proyectos de ley de reforma agrícola. En Nueva Delhi afectó a más de 50 millones de usuarios.

Islandia (96 puntos) se sitúa en cabeza de la libertad en las redes sociales según esta clasificación, seguida de Estonia (94) y Costa Rica (87), el primer país que estableció el acceso a internet como derecho fundamental.

La puntuación de Estados Unidos (75) disminuyó por quinto calendario consecutivo con "información falsa y manipulada que influyó en la aceptación pública de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020", señaló Freedom House.

En el otro extremo se sitúa China, con 10 puntos y considerado por el informe como el país menos respetuoso con las libertades digitales y el más represivo contra internautas disidentes. "La pandemia de Covid-19, que sigue siendo uno de los más discutidos ítems censurados", se indica en el informe.

"Las autoridades chinas impusieron penas de prisión draconianas para los disidentes en línea, los informes independientes y las comunicaciones cotidianas mundanas", dice el informe, que agrega que el régimen "tomó medidas enérgicas contra los gigantes tecnológicos del país, citando sus abusos relacionados con la competencia y la protección de datos, aunque la campaña concentró aún más el poder en manos del estado autoritario".

Seis casos emblemáticos de la vigilancia gubernamental en Internet

La organización relata el caso del periodista mexicano Pablo Morrugares Parraguirre, fundador y editor del sitio de noticias PM Noticias, que fue asesinado por haber publicado en Facebook acusaciones de asesinato a una organización criminal.

Un estudiante de Bangladesh fue "agredido violentamente" y hospitalizado por una golpiza recibida por sus "actividades antigubernamentales" en la red.

En diciembre de 2020, las autoridades iraníes ejecutaron a Ruhollah Zam, quien administraba el popular canal Amad News en Telegram, luego de que fuera acusado de incitar protestas y estar afiliado a servicios de inteligencia extranjeros.

En Azerbaiyán la policía golpeó y detuvo a un hombre y posteriormente lo obligó a disculparse por las publicaciones de Facebook en las que criticaba a los funcionarios del gobierno local.

En enero de 2021, un tribunal de Tailandia condenó a una ex funcionaria civil a 43 años de prisión después de que fuera declarada culpable de violar la ley de lesa majestad -que criminaliza la crítica hacia el rey- a través de sus publicaciones en las que criticaba a la monarquía.

En Egipto, un tribunal condenó a los influencers Haneen Hossam y Mawada al-Adham a 6 y 10 años de prisión, respectivamente, acusados violar una ley de trata de personas al compartir videos de TikTok que alentaban a las mujeres a seguir carreras en las plataformas de redes sociales.

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martes, 24 de agosto de 2021

De INTERNET, enojos, estafadores y ladrones **


La pretensión del gobierno de "ir por todo" en este caso en el sector TIC ...

 

A casi un año del dictado del DNU 690 que declaró servicio público a la telefonía móvil, internet y la TV por suscripción, el presidente Alberto Fernández volvió a insistir días pasados con esta política, señalando que internet sería servicio público se enoje quien se enoje. Redoblando su apuesta agregó que iba a terminar con la estafa y el robo de las tarifas. Trató así de estafadores y ladrones a absolutamente todo el universo de prestadores de servicios de internet. Un conjunto heterogéneo de empresas que en circunstancias económicas complejas llevan conectividad a millones de argentinos poniendo su esfuerzo y trabajo, que invierten y generan empleo genuino no merecen ser tratados como tahúres.

Entendemos que el profesor de derecho penal no ha utilizado la acción de estafar y robar en el sentido técnico del código penal, sino en forma "coloquial" para señalar el presunto abuso en que incurrirían las empresas a cambio de lo que dan.

Ahora bien, a un año del citado DNU el organismo de regulación técnica del sector, el ENACOM, ha sido incapaz de dar a conocer algún estudio que indique el costo de los servicios y si las utilidades son razonables o no. Tampoco ese plazo ha sido suficiente para elaborar con bases serias algún mecanismo automático de regulación de tarifas que le aporte algo de racionalidad a una decisión errada, pero por sobre todo innecesaria. Si la economía de la regulación de las telecomunicaciones es compleja podrían haber probado con la correspondencia entre la calidad comprometida y la efectivamente entregada en la relación contractual prestador-cliente (o usuario si les gusta más). Hay para ello un reglamento de calidad de servicio. También aquí sería interesante conocer las auditorías realizadas para verificar su cumplimiento. Una vez más ello podría darle algún auxilio al Presidente en sus temerarias afirmaciones.

Como en casi todo el estado argentino es más fácil dedicarse a las declaraciones rimbombantes que al trabajo efectivo. Pero no hay que ser injusto con el Presidente, hace tiempo que la vara de la regulación del sector está baja; casi que parece una política de estado.

La pretensión del gobierno de "ir por todo" en este caso en el sector TIC también le termina quitando legitimidad a su accionar. Nadie discute el carácter esencial de internet para la vida actual, pero ¿se puede sostener seriamente lo mismo de la TV por suscripción? Recordemos que hay TV de aire gratuita. Acá parece que se trata de una "vendetta": embrómense porque el gobierno anterior dijo que la TV por cable es un servicio tic y no audiovisual.

Otra reflexión que merecen las palabras del Presidente es confundir un eventual instrumento de política pública -el servicio público- con un objetivo en sí mismo. El objetivo debería ser que internet llegue al 100 % de los argentinos con una calidad funcional significativa y a precios accesibles.

Las calificaciones jurídicas no necesariamente hacen que los servicios sean mejores, más abundantes o más baratos. Si fuera así declaremos ya mismo a toda provisión de bienes y servicios como "servicio público", empezando por la alimentación y la educación (aunque pensándolo bien esto último mejor no, a ver si la Ctera no puede extorsionar más con los paros).

Si las cosas no han resultado peores es porque hay cinco medidas cautelares otorgadas y vigentes que han hecho del decreto casi letra muerta, pero son pocos los que están dispuestos a invertir fuertemente en medio de litigios. Desde su perspectiva el gobierno estaría en el peor de los mundos: por un lado, fracasa en su objetivo de controlar precios y por el otro siembra un manto de incertidumbre cuyos resultados, de mantenerse esta situación, se verán en el mediano plazo. De más está decir que un estado quebrado y sin crédito no puede sustituir la inversión privada.

En efecto, mientras discutimos sobre teorías jurídicas, Chile ya licitó el 5G y en breve comenzará el despliegue de estas redes y Brasil, Colombia, México, Costa Rica y República Dominicana se aprestan a seguir sus pasos. El 5G será un deseo imaginario más con la incertidumbre generada por el DNU 690/2020 o por una ley que quiera subsanar algún vicio de incompetencia, porque el problema con esta norma no es sólo de forma sino de fondo. El 5G es un paso más en la transformación económica que ha introducido la digitalización de la economía. No es solo poder navegar más rápido o jugar mejor a los e-sports. Será fundamental para la productividad industrial en los años por venir. El problema no es tanto el servicio público (que en Argentina como teoría jurídica por cierto no ayuda) como los controles de precios y la incertidumbre que, ya sabemos, son fatales para la inversión y la innovación y sin ellas no hay competencia y consecuentemente mejora de calidad y precios.

A un año del DNU 690, el gobierno parece empecinado en imponer el control de precios en este sector a través del instrumento del servicio público. Debería recordar que en política hay algo peor que prometer y no cumplir: Prometer algo errado y cumplirlo. Acá también hay que corregir y no enojarse señor Presidente y que la Argentina vaya para adelante.

** por  Hector Huici

Abogado especialista en servicios públicos. Ex secretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Nación (23 de Agosto 

lunes, 3 de agosto de 2020

Uso digital en todo el mundo en Julio de 2020




El panorama digital mundial todavía está evolucionando rápidamente a medida que entramos en la segunda mitad de 2020, con la continua pandemia de coronavirus que continúa influyendo y remodelando varios aspectos de la vida cotidiana de las personas.
Toda esta actividad ha dado como resultado algunos hitos y tendencias importantes.
Más de la mitad del mundo ahora usa las redes sociales
Muchos hábitos digitales formados durante el bloqueo han perdurado, a pesar de la reducción de las restricciones.
El uso global de TikTok ha aumentado, pero el crecimiento futuro puede ser más desafiante
Instagram ha alcanzado un nuevo hito en la audiencia
Los comportamientos de búsqueda están evolucionando, con importantes implicaciones para las marcas.
Los usuarios de las redes sociales han crecido en más del 10 por ciento durante el año pasado, llevando el total global a 3.96 mil millones a principios de julio de 2020.
Esto significa que, por primera vez, más de la mitad de la población mundial ahora usa las redes sociales, y más personas usan las redes sociales que no.
4.57 mil millones de personas en todo el mundo ahora usan Internet, lo que representa cerca del 60 por ciento de la población total del mundo.

miércoles, 13 de marzo de 2019

Lanzaron los primeros satélites de OneWeb para llevar internet a todo el mundo



Lanzaron los primeros satélites de OneWeb para llevar internet a todo el mundo


La empresa OneWeb, con sede en Londres y Estados Unidos, lanzó los primeros seis satélites de su multimillonario proyecto. Se trata de crear una "megaconstelación de satélites" con el objetivo de proveer de internet a todos los rincones del mundo.
Las naves partieron en un cohete Soyuz desde la Guayana Francesa. Si todo funciona de manera correcta, la empresa comenzará el despliegue del resto de los satélites hacia fines de año. Así, se lanzarían cohetes cada mes con un promedio de entre 30 y 36 cohetes en cada viaje.
De qué se trata el plan de OneWeb
Crear una mega constelación de satélites: ese es el plan de la empresa para que cada punto del planeta pueda tener internet. Para conseguir esa cobertura global se necesitará que haya 648 unidades en órbitas. Pero no termina ahí: el proyecto completo requeriría de alrededor de 2 mil objetos orbitando por el espacio.
La compañía fue fundada por el empresario norteamericano Greg Wyler en 2012. Actualmente, funciona con sede en Londres.
Fuente: BBC.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Las Toninas: el insólito kilómetro 0 de Internet **



A este balneario llegan los cables submarinos que proveen de conexión a toda la Argentina y otros países. Instalaciones secretas, temor de atentados y desilusión en los vecinos porque no se beneficiaron de la ubicación estratégica.


Las Toninas, tarde de un lunes feriado de noviembre. Los turistas se apuran para tomar la ruta porque el fin de semana largo se termina y su rutina empieza. La última selfie en la salida de la 38, playa ancha como el resto, y enviar. Ahora un audio de WhatsApp para reforzar lo que los destinatarios suponen: "Estamos volviendo". Otra vez enviar. Luego, una story en Instagram: compartir, listo. Las respuestas llegan de inmediato en forma de emojis, de texto, de fotos

Todo eso –la foto, el audio, un video– se convirtió en nanosegundos en una combinación de ceros y unos que "viajó" en forma de luz a través de un cable del grosor de un cabello, la fibra óptica. Esos cables aseguran nuestra vida digital. Garantizan Internet en todas sus formas, red doméstica o laboral, wifi, 4G y sus versiones menos veloces. Hacen posible la mensajería instantánea y las charlas vía Skype, sin importar cuántos kilómetros nos separen, ni idiomas ni diferencia horaria.
Nuestra conexión permanente depende de esos hilos de silicio. Los cables están bajo tierra o en el mar. Los controlan un puñado de personas a través de un complejo y moderno sistema que opera en plantas hipervigiladas . ¿De dónde salen los cables? De aquí, desde Las Toninas, el pequeño balneario familiar que hoy es el centro neurálgico de telecomunicaciones de la Argentina.
"¿El cable de Internet? ¿Acá? ¿Pero no es por satélite, tipo Arsat? ¿Y eso de la parabólica humana para enganchar señal? ¿Qué es? ¿Un invento de la televisión? ¿Estás segura, vos?". La mujer responde con preguntas la pregunta inicial: "¿Sabe usted que por aquí pasa el cable que provee de Internet al país y, por extensión,al mundo?" Es mediodía y el sol cae amable sobre la playa. La mujer hace una visera con su mano, achina los ojos, repasa el mar hasta el horizonte. Ahí el cable no está. La fibra óptica pasa dos metros debajo suyo y unos cuantos metros a la izquierda de su sombrilla antes de meterse en el mar. La mujer no sabe pero igual desconfía.
El 97% de las conexiones globales se realiza mediante el tendido de fibra óptica. De Las Toninas parten cinco cables: UnisurSam–1SACAtlantis y Bicentenario. En 2020, Facebook y GlobeNet, una empresa de Brasil, tirarán el suyo. Ya lo bautizaron, se llama Malbec. También llegará el Seaborn, que unirá este balneario con San Pablo para hacer puente con otro que se enlazará con una terminal en Nueva York. El Ente Nacional de Comunicaciones –Enacom– es el que otorga las autorizaciones. Las empresas ya lo anunciaron, pero en el ente dijeron a Viva que no tienen registro del trámite para instalarlas.
Las Toninas es un sitio clave en cuanto a ubicación. Eso, sumado a las características del lecho marino, hizo que el balneario sirva de conexión para que Internet dé la vuelta al mundo.
Los cables "entran" desde el Atlántico y se enlazan en ciudades de países vecinos hasta formar un anillo que rodea el continente o lo une con otro. En cada costa que tocan llega el servicio, que a su vez puede empalmarse por tierra. La fibra óptica está debajo de nuestros pies o a la vera de las rutas. Es una telaraña escondida, omnipresente.
La "punta" de cada cable está sujeta a plantas a las que llaman "puertos de amarre". En Las Toninas son edificaciones distribuidas a lo largo de la costa, en ubicaciones estratégicas, semisecretas, custodiadas y sin ventanas.
Nos han pedido que no revelemos la ubicación de los puertos de amarre. Es una obviedad señalar que su arquitectura es extraña para la zona y que por eso, ofrecer las coordenadas está de más. Pero han pronunciado la palabra "sabotaje" y en el pueblo hablaron de "atentado", así que por las dudas...
Una estampida de alguaciles. El perfume amargo de la quema de hojarasca. Garrafas encadenadas a la puerta del almacén, bolsas de basura atadas al clavo de los postes de luz. Bicis sin candado. Los malvones despuntando en los jardines o salvajes en los baldíos. Casas de veraneo tapiadas, envueltas en sus rejas. O casas de puertas abiertas y familias enteras reunidas a la mesa. El único cajero de Las Toninas no funciona. Sólo hay un edificio y tiene ocho pisos. Nueve calles y media asfaltadas. Y los perros, los perros, los perros.
La fecha de fundación es incierta. Balneario tradicional, tiene una población estable de 6.200 habitantes, a simple vista envejecida. Las Toninas está a poco más de 300 kilómetros de Buenos Aires, apretada entre San Clemente y Santa Teresita. De acuerdo a la Dirección de Estadísticas municipal, la mayoría de los toninenses se dedica a ofrecer servicios y trabajan en comercios. Otro grueso, en la construcción.
Dependen del verano. Hay algunos atractivos: el laberinto más grande de la Argentina, 6.400 metros de falso aromo que se recorre en media hora; la fiesta de las toninas, que se celebra el 24 de febrero pero sin avistaje porque la pesca desmesurada condenó a esos delfines; el casco de un barco que naufragó y asoma cuando la marea baja; unas viviendas diseñadas por Clorindo Testa. Y no mucho más, salvo que es la capital nacional de Internet.
La confitería se llama "Ennamours" y es la más antigua del balneario: 34 años. Aquí se reúnen los primeros pobladores. Rosana Carnevali fue maestra y es la esposa del primer médico en prestar servicio en Las Toninas. Mabel y Juan García son hermanos y dueños de este bar.
Pablo Cuccarese, 81 años y carpintero, es su "ciudadano ilustre".
"Cuando llegó la fibra óptica pensamos que íbamos a ser favorecidos de alguna manera –dice Rosana, docente ya jubilada–. Que las escuelas tendrían Internet gratis o un descuento para los vecinos, trabajo. Si de acá sale la conexión del mundo… Pero nada".
"Y llegaron empresas multinacionales, eh. Venían belgas, franceses, yanquis, todos expertos de los cables –suma Mabel, decepcionada–. Había gente de todos lados. Pero les dieron trabajo a poquitas personas: dos serenos, uno de limpieza, el jardinero".
"Las plantas son como edificios fantasma. Sabemos que hay gente ahí, pero todo es automático –sigue Rosana–. ¿Progreso? Nada. ¿Menos impuestos? No. Quizás es medio romántico, pero una siente que le vinieron a robar un pedazo de pueblo porque les servía".
"Acá la fibra óptica pasa sin pena ni gloria. Sólo somos un punto estratégico para las empresas –agrega Mabel–. Ni los ingenieros viven en Las Toninas. Está todo computarizado ahí".
Pablo Cuccarese, el carpintero, recuerda algunas cosas: que hace 48 años, cuando se instaló, Las Toninas era pura arena, monte y pino, que él fue el primero en tener teléfono de línea en el pueblo –lo que le evitaba hacer fila en el teléfono público de la Cooperativa– y que construyó una estantería para una de las corporaciones que tiró los cables.
Enfrente de este bar hay un ciber, "Espacio", el único del balneario. Sólo abre en temporada y algunos fines de semana largos. Unas 40 máquinas a $40 pesos la hora de Internet, más tres Play Station a $45 pesos la ficha de veinte minutos. El aire es demasiado denso aunque sólo tres computadoras estén ocupadas. ¿Dónde están los adolescentes? Si no se juntaron en la plaza Malvinas, están en sus casas, encerrados pero online, jugando al Free Fire.
Un grupo de vecinos conversa en la vereda. Alguien que pide reserva de su nombre dice: "Las Toninas siempre es un chiste. Que 'tenés menos luces que el centro de Las Toninas', 'más feo o más chico que Las Toninas'... Y ahora cada vez que se corta Internet 'la culpa es de Las Toninas'. No nos causa gracia, eh, para nada. Menos si pensamos que acá, en Las Toninas, podría haber un atentado por esto de los cables submarinos".
No es posible comunicarse con él por celular, así que intercambiamos SMS y terminamos en un llamado por teléfono de línea. Las indicaciones son calle 40, una casa con un cartel que dice "perforaciones". Allí vive Ricardo Bukel, 65 años y casi treinta en Las Toninas. Es el buzo que se ocupó de asegurarles a las empresas internacionales que éste era el lugar ideal para que tiraran sus cables.
"Me daban una referencia, el punto más cercano al que podía llegar el barco con el cable antes del calado, desde ahí ya no podía avanzar –dice Bukel, en su casa–. Tiraban una línea con boyas por dónde iba a pasar la fibra óptica hasta la costa. Yo tenía que inspeccionar el fondo del mar, cada metro, así fueran mil, cuatro mil hasta la orilla. Por donde iba a pasar el cable no podía haber nada que lo rompiera. Ni conchilla, ni restos de naufragios, ni rocas, ni hierros
Bukel se sumergió en la costa de Las Toninas por primera vez en 1994, cuando tiraron el Unisur. Volvió a hacerlo en 1999, con el Atlantis y el Sam–1. Y la última vez fue en 2000, con el SAC. Su trabajo es fundamental en el proceso de landing, el aterrizaje de los cables en el lecho marino. Un vez que él chequea que no haya objetos que puedan dañarlos, con lanchas o grúas lo traen hasta la orilla. Ahí se empalma con el cabo del cable que lo espera en tierra.
Entonces la fibra óptica entra en un tubo de hormigón dos metros bajo arena y, como si la enhebraran, termina en la planta que le corresponde a cuatro o siete cuadras de la costa –la imprecisión se debe a que no podemos dar ubicaciones exactas–. El cable submarino no queda suelto en el mar sino que lo entierran con unas bombas de inyección.
¿Qué características tiene el fondo del mar en esta zona?
Es un desierto. No hay nada. Hay barro, arena, algunos caracoles. No mucho más. Por eso es un lugar estratégico para las empresas, hay menos riesgos de una ruptura. Además, la localización. Las Toninas está en la pancita de la Provincia. Parece una pavada, pero se ahorran kilómetros de fibra óptica.
¿Visibilidad?
Cero, por la influencia del Río de la Plata. Todo nuestro trabajo era a ciegas, por tanteo. A siete, ocho metros de profundidad ya no ves nada. Nosotros nos sumergíamos a bajo nivel, unos dieciséis metros.
¿Y qué significó para los toninenses que su ciudad se convirtiera en el centro de operaciones de Internet?
Al principio se pensó que esto traería un rédito económico, pero no sucedió. Después hubo una especie de temor que terminó en una humorada entre nosotros. Por acá pasan todas las comunicaciones del mundo y, quién te dice, no descartamos ser un blanco.
Bukel ahora despliega un mapa naval. Tres líneas finas simulan los cables que parten desde Las Toninas al Atlántico. Hay una advertencia a quienes naveguen por allí: "Prohibido fondear". El mayor peligro para los cables submarinos es el paso de los buques pesqueros que arrojan sus redes o las anclas. Ahora miramos fotos de su época de buzo. Las luces del módem que está sobre el televisor titilan.
Nos han dicho que son edificios fantasma, que las medidas de seguridad son extremas, que trabajan pocas personas, que está "todo computarizado". Hoy visitaremos una de las plantas, el puerto de amarre de Century Link. Es una de las compañías que operan en Las Toninas. Suelen ser las receptoras de los insultos cada vez que se corta la conexión en casa u oficina, pero no. Estas corporaciones –muchas de ellas consorcios– son mayoristas que proveen el servicio y el mantenimiento a los operadores que nos mandan las facturas.
Pero antes, el telégrafo eléctrico. Es 1837 y una chispa va y viene entre dos polos. La palabra escrita puede ser recibida a miles de kilómetros, leerse y entenderse. Eso marca un hito en la comunicación entre habitantes de territorios lejanos, pero también en la valoración del tiempo: unas horas bastan para que en Lisboa sepan lo que pasa, por ejemplo, en París.
Por el momento, la electricidad va por tierra y como no existe un método que aisle el cobre y el hierro del agua, la idea de que un cable de ese tipo cruce el mar es imposible. Es 1851 y descubren que la gutapercha, savia producida por un árbol, sirve como aislante. Así, Europa suma a Inglaterra y se interconecta. Ahora van por América.
Será "la mayor proeza del siglo XIX", una realización técnica sin precedentes. Un cable fondeará el Atlántico para unir ambos continentes. Es 1857 y el primer intento es un fracaso: el buque pierde 600 kilómetros de cable en el océano porque nadie advierte que se ha escurrido de la bobina. Hay una chance en 1858, pero una tormenta de diez días en alta mar arruina el cable y el barco regresa al puerto.
Cinco semanas después, dos barcos vuelven a zarpar –uno desde Terranova, Canadá, y otro desde Irlanda, cada uno con su rollo de cable– y se encuentran en medio del Atlántico. Proa con proa, unen los cabos de los cables y cada uno parte a su costa.
La operación es un éxito. Por primera vez la palabra cruza de continente a continente. La Reina Victoria "estrena" el cable submarino al enviar un mensaje al presidente de los Estados Unidos, James Buchanan. Aquellas 99 palabras tardan 16 horas en llegar a destino, mucho menos que las semanas que demoraría una carta en barco. Pero días después, por una rotura, los continentes quedan incomunicados.
Seis años más tarde, en 1866, logran el empalme, y América y Europa intercambian mensajes claros y precisos a través del Cable Transatlántico Telegráfico. El hombre a cargo del plan es el estadounidense Cyrus W. Field, dueño de Atlantic Telegraph Company. La Historia lo compara con Colón o Magallanes. Su cable es el bisabuelo de la fibra óptica que nace en Las Toninas.
Ahora sí, 2018. El puerto de amarre de Century Link es un rectángulo de 4.500 metros cuadrados, chato y sin ventilación, vigilado en todo su perímetro. Excepto las del centro, en Las Toninas las veredas son irregulares. Aquí son lomaditas de pasto verde y prolijo, amansado a cortadora. Hay una reja automática, una recepción vidriada y una persona de seguridad. El frío es artificial y de glaciar porque, sabremos, las altas temperaturas podrían alterar el funcionamiento de las máquinas.
Aquí trabajan tres hombres: Raúl De Pedro, gerente de la estación, y Marcelo Peressutti y Gabriel Motta, ambos ingenieros de Red. Ellos se ocupan de que nuestros datos (tuits, mails, posteos…) encuentren el camino para llegar a destino a través de la fibra óptica y monitorean posibles interrupciones.
Caminamos por pasillos de paredes claras y pisos brillantes, bajo la luz blanca de los tubos. Atendemos cartelería de seguridad, tratamos de oírnos por encima de las alarmas, que se activan cada vez que una puerta se abre. Hay salas con funciones específicas y cada una tiene su gemela: si una falla, la reemplaza la otra. Dos salas de baterías, dos de gas FM200, de transmisión, controladores de energía, servidores apilados, paneles que escupen cables amarillos. No es un atentado el mayor peligro al que se exponen los cables, sino un corte de luz. Un generador de energía está encendido.
Sólo por esta estación pasa 1,5 terabytes por segundo, el equivalente a 46 millones de llamadas simultáneas y una capacidad de almacenamiento de seis millones de fotos.
Que aumente el tráfico no implica un reemplazo de fibra óptica. En las estaciones trabajan sobre los extremos del cable, añadiendo tecnología que aumenta capacidad o velocidad. Así multiplicaron por 50 el tráfico, lo que en forma indirecta significa que más personas accedan al servicio.
Century Link y el resto de las mayoristas instaladas en Las Toninas garantizan que los datos lleguen: ante cualquier eventualidad, los datos se redirigen automáticamente, buscan alternativas rápidas y baratas para llegar a destino lo antes posible.
Es el final del recorrido y, de repente, aparece "el" cable, uno de los que vienen desde el mar, el South American Croissing –SAC–. Está en un rincón, al ras del piso, con otro cable que le da energía. Se erige desde la tierra, envuelto en una vaina amarilla. Es apenas un tramo y de poder acercarse bastaría la palma de una mano para abarcarlo. Tan desabrido y tan importante, el cable.
Hay una computadora vieja, del año 2000, que controla el heartbeat, las pulsaciones de la red en todo su entramado. El resto de la información es un lenguaje ajeno, tuberías y bandejas, terminaciones etiquetadas y con su propio destello, verde o rojo. Estamos rodeados de datos, su paseo silencioso e invisible. Afuera los perros, el mar y su arrullo, la playa de siempre. La Toninas toda, exhibiéndose en su timidez analógica. 

**Victoria De Masi / Revista Viva


Libre de virus. www.avast.com

sábado, 22 de septiembre de 2018

Guerra Mundial Web: cómo China promueve una Internet menos libre y con mayor control estatal



El gobierno de Si Jinping desafía la visión estadounidense de una red abierta y global para cambiarla por otra controlada por los gobiernos nacionales

El origen de Internet se remonta a 1969, cuando la Agencia de Proyectos para la Investigación Avanzada (ARPA, por sus siglas en inglés), dependiente del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, conectó cuatro sistemas distribuidos en una red que se denominó ARPANET.  El objetivo era que la información no estuviera centralizada y así poder mantener la comunicación en caso de guerra. Desde entonces, el mundo ha sido testigo del desarrollo de una Internet financiada fundamentalmente por Estados Unidos, abierta y para todos, lo que ha ayudado a unir al mundo y a beneficiar a miles de millones de personas.
Sin embargo, hoy, Estados Unidos ha cedido su liderazgo en el ciberespacio a China, aseguró Adam Segal, experto en ciberseguridad y director del programa de políticas digitales y ciberespaciales en el Consejo de Relaciones Exteriores. Si bien su capacidad de convertirse en una superpotencia cibernética no está garantizada, el gigante asiático tiene muy buenas posibilidades de éxito, dado su tamaño y nivel de sofisticación tecnológica.
"Si eso sucede, Internet será menos global y menos abierta", advirtió Segal. "Una gran parte de ella ejecutará aplicaciones chinas sobre hardware hecho en China. Y Beijing recibirá los beneficios económicos, diplomáticos, de seguridad nacional e inteligencia que alguna vez disfrutó Washington".
La visión de Xi Jinping
Casi desde el momento en que asumió el poder en 2012, Xi Jinping dejó claro el gran papel que desempeñaría Internet en su visión para China. Luego de años en los que la política informática del país estaba fragmentada entre varios ministerios gubernamentales, el líder chino anunció que él mismo presidiría la Administración del Ciberespacio de China, responsable de controlar el contenido en línea, reforzar la ciberseguridad y desarrollar la economía digital.
La decisión refleja los esfuerzos de China de promover la ciber-soberanía como principio organizador de la gobernanza de Internet, en oposición directa al apoyo de Estados Unidos de una Internet global y abierta. En palabras de Xi, la ciber-soberanía representa "el derecho de cada país a elegir independientemente su propio camino de desarrollo cibernético, el modelo de regulación cibernética y las políticas públicas de Internet, y a participar en una gobernanza internacional del ciberespacio en pie de igualdad". En otras palabras, el presidente de China quiere pasar de una Internet basada en una red de informática mundial (World Wide Web) a una que opere sobre una red informática nacional.  
Washington y sus aliados han promovido un modelo distribuido de gobernanza de Internet en el que participan organismos técnicos, el sector privado, la sociedad civil y los gobiernos, mientras que Beijing concibe un mundo interconectado a través de redes nacionales, con un control gubernamental justificado por los derechos soberanos de los Estados. "Deberíamos respetar el derecho de cada país a gobernar su propio ciberespacio", dijo Xi en la segunda Conferencia Mundial de Internet en Wuzhen, provincia de Zhejiang. "Ningún país debería perseguir la ciberhegemonía ni interferir en los asuntos internos de otros países".
Los reguladores chinos creen que tendrían mayor influencia en la regulación de la tecnología informática si las Naciones Unidas desempeñaran un mayor papel en la gobernanza de Internet. En 2017, por ejemplo, China abogó por un "enfoque multilateral para gobernar el ciberespacio, con las Naciones Unidas asumiendo el liderazgo en la creación de un consenso internacional sobre las normas".
Un sistema semejante brindaría dos beneficios inmediatos a Beijing. Por un lado, daría prioridad a los intereses de los gobiernos sobre los de las empresas tecnológicas y las sociedades civiles. Por otro lado, permitiría a China movilizar los votos de los países en vía de desarrollo, muchos de los cuales también desearían controlar Internet y la libre circulación de la información en sus territorios.
Tecno Nacionalismo
Este modelo de Internet se superpone con el tecno-nacionalismo chino: los dirigentes chinos creen que tienen que reducir la dependencia de China de las empresas de tecnología de Estados Unidos para garantizar su seguridad nacional, una creencia que se fortaleció en 2013, cuando Edward Snowden, un ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reveló que los servicios de inteligencia de Estados Unidos habían accedido a los datos de millones de personas que estaban en poder de empresas estadounidenses y que habían sido transmitidos por éstas.
En este sentido, la inversión china en investigación y desarrollo ha crecido a un ritmo medio del 20% anual desde 1999. Actualmente es de aproximadamente USD 233.000 millones, lo que equivale al 20% del gasto mundial total en I+D. 
Las autoridades en China también desconfían cada vez más del riesgo de ciberataques a redes gubernamentales y privadas que podrían vulnerar su crecimiento económico. En consecuencia, el Ejército Popular de Liberación ha anunciado planes para acelerar el desarrollo de sus fuerzas cibernéticas y reforzar las defensas de red de China.
Ciberseguridad: censura y vigilancia
El problema radica en la interpretación que el país asiático mantiene de la defensa en el ciberespacio, así como de la ciberseguridad en general. En los últimos cinco años, Beijing ha reforzado considerablemente los controles sobre los sitios web y las redes sociales. En marzo de 2017, por ejemplo, el gobierno ordenó a Tencent, el segundo mayor gigante digital de China, y a otras empresas tecnológicas locales que cerraran todos los sitios web conteniendo debates sobre historia, asuntos internacionales y el ejército.
Los funcionarios también ordenaron a las empresas de telecomunicaciones que bloquearan las redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en inglés), que son ampliamente utilizadas por las empresas, los empresarios y los académicos chinos para eludir la censura del gobierno. En consecuencia, Apple tuvo que eliminar 25.000 aplicaciones de su App Store en China, mientras que Google decidió diseñar una versión censurada de su buscador en el país.
En 2017, cuando la salud del disidente y Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo empeoraba, los censuradores revelaron que podían borrar su imagen de los chats de mensajería instantánea. En un gesto aún más orwelliano, el gobierno impulsa un sistema de reputación social nacional que usará cámaras, big data e inteligencia artificial para controlar la conducta de las personas.
La concepción china de Internet está en auge. Según el think tank Freedom House, la libertad en Internet -la facilidad con la que la gente puede acceder a Internet y utilizarla para decir lo que piensa- ha disminuido en los últimos siete años. La misma organización sin fines de lucro reportó en 2017 que, por tercer año consecutivo, China fue el peor abusador de la libertad en Internet, seguida de Siria y Etiopía.
La posición de Estados Unidos en el centro del desarrollo de Internet a escala global le trajo grandes beneficios económicos, militares y de inteligencia al país norteamericano. Las empresas estadounidenses desarrollaron los routers y servidores que transportan los datos del mundo, los teléfonos y las computadoras personales que la gente usa para comunicarse, y el software que sirve como puerta de entrada a Internet.
Sin embargo, esta versión abierta de Internet parece estar cada vez más desafiada por un país que ha demostrado una gran capacidad de innovación tecnológica a pesar de su sistema totalitario de gobierno. A menos que la esfera de influencia de China resulte menos penetrante de lo que ha sido hasta ahora, el ciberespacio será mucho menos estadounidense y mucho más chino en el futuro.
Fuente: INFOBAE.

#GuerraMundiaWeb #China #Internet #ARPANET #AdamSegal #ciberseguridad

sábado, 31 de enero de 2015

El regalo a las TELEFÓNICAS nos hipoteca







Luego de predicar hasta el cansancio su presunto combate a los “grupos concentrados”, el Gobierno, con la ley Argentina Digital, cerró el año entregando el multimillonario negocio audiovisual y de Internet a Telefónica y Telecom.

En todo el mundo las multinacionales tienen roles y controles. Acá no. Luego de predicar hasta el cansancio su presunto combate a los “grupos concentrados”, el Gobierno, con la ley Argentina Digital, cerró el año entregando el multimillonario negocio audiovisual y de Internet a Telefónica y Telecom. Logró lo que no pudo con la ley de Medios. Reforzó su condición de operadores extranjeros y monopólicos de nuestras comunicaciones. No es tema menor. Estas hoy son algo equivalente a lo que en el siglo XIX fue la introducción del ferrocarril. Son los rieles por los que transita información, imágenes y todo el capital simbólico y conceptual. El control de esa infraestructura (“vías” o redes) y de buena parte de las “cargas” que transitan por ellas (producción de contenidos) quedó en las mismas manos.

En los ‘90 se dividieron el país y en el 2008 Telefónica Argentina tomó el control indirecto de Telecom, cuando su casa matriz (Telefónica de España) pasó a controlar a su par en Europa, a más de ser aquí dueña de Telefe. ¿Qué serán “grupos concentrados” para el kirchnerismo? Esta dominación económica no solo traba la sana competencia. También puede avanzar sobre el pluralismo y la libertad de expresión. El uso de estas herramientas (telefonía, Internet y TV) y una eventual manipulación corporativa, conlleva una potencial amenaza a la soberanía nacional.

ENTEL se vendió a mucho menos de su valor entre otras cosas porque tenía bloqueado ofrecer lo que ahora se permite. El pliego privatizador también exigía la participación del personal en la ganancia de esas empresas, exigencia que se anuló (con presión y complicidad) por decreto. Luego de años de litigio, este decreto fue declarado inconstitucional por la Corte. Pese a ello, Telefónica y Telecom hoy niegan este derecho y rechazan cancelar deudas, o pretenden hacerlo por montos que son una burla. Hay expedientes que por “participación en las ganancias” ofrecen entre $ 45 y 65 a cada empleado por año trabajado. Miles de trabajadores deambularon dos décadas por los tribunales y muchos fallecieron antes que llegara el fallo reparador. Desde entonces pasaron 6 años y nadie le puso aún “el cascabel al gato”. Uno podría imaginar que la capacidad de lobby de estas firmas puede trabar causas y silenciar, pero estos desenlaces nutren sentimientos de desprotección y escepticismo. Mientras estas empresas quieren saldar deudas por el valor de un pan dulce, se les dio en bandeja el mayor regalo: la monopolización de los servicios audiovisuales y de comunicación.

En tiempos de discursos travestidos, el Gobierno fue Hood Robin. Antes de discutir por las telefónicas el Parlamento debió exigirles que cumplan con las leyes argentinas.

Argentina necesita que nazca un nuevo Scalabrini Ortiz. Surgirá. Las naciones más temprano que tarde recuperan su plenitud de destino.

Por Orlando Novara -  periodista

viernes, 15 de agosto de 2014

QUE NO SE CORTE: Portal para los usuarios de TELEFONÍA e INTERNET en la Argentina


Se llama #Que no se corte; ofrece información sobre la calidad del servicio de telefonía fija, móvil e Internet en todo el país y permite hacer reclamos; lo gestiona la Secretaría de Comunicaciones

Que no se corte: ese es el nombre del nuevo sitio que inauguró hoy la Secretaría de Comunicaciones: un "Portal Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones" que, según explica, está orientado a "democratizar y garantizar el acceso a la información de todos los Usuarios de Telecomunicaciones". Y sigue a los anuncios recientes que hizo la Secretaría en lo que refiere a planes prepagos de telefonía móvil.

El sitio ofrecerá información sobre telefonía fija, móvil e Internet, y allí los usuarios podrán hacer reclamos en línea a la Comisión Nacional de Comunicaciones. El sitio ofrecerá también información sobre la calidad y el funcionamiento de estos servicios en todo el país.
Es, según Norberto Berner, secretario de Comunicaciones, "una nueva herramienta para empoderar a los usuarios. A partir de hoy, con este nuevo portal, los argentinos podrán también reclamar desde su propia casa o desde el celular y en cualquier lugar en el que estén".
El portal #Que no se corte está organizado en base a cuatro secciones: derechos el usuario de telecomunicaciones en el país; una herramienta para hacer reclamos ante las autoridades; un reporte de calidad del servicio en una localidad determinada; y noticias.
En lo que refiere a la calidad de servicio, por ahora sólo están publicados datos de telefonía móvil (midiendo el tiempo en que se logra hacer una llamada, y si se corta); la información sobre telefonía fija y acceso a Internet no están cargados, al menos en las zonas que consultó LA NACION en el buscador del sitio
http://www.quenosecorte.gob.ar/
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1718993-que-no-se-corte-portal-usuarios-telecomunicaciones-secom