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viernes, 15 de septiembre de 2017

Cómo reaccionó la competencia a la FUSIÓN Telecom / Cablevisión


Desde Telefónica y Claro hasta AT&T y Telecentro, ninguno se quedó quieto ante el nuevo tanque de Clarín.

Nadie ha quedado indiferente en el negocio de las telecomunicaciones después del anuncio de la fusión de Telecom Argentina, propiedad del mexicano David Martínez, y Cablevisión Holding, la empresa del Grupo Clarín que debutó en Bolsa el 30 de agosto pasado. Unos despotricaron, otros aceleraron decisiones de inversión, pero ninguno ha permanecido quieto ante el nacimiento del tercer grupo económico más importante de la Argentina, junto con la estatal YPF y la siderúrgica y constructora Techint.
La española Telefónica sufre de un alto endeudamiento que debe reducir, según los bancos. En la Argentina ha sido la más crítica del estrecho vínculo que une al CEO y accionista de Clarín, Héctor Magnetto, y al presidente Mauricio Macri. Sin embargo, se encuentra en una etapa de diálogo con el Gobierno, sobre todo desde que Oscar Aguad dejó el Ministerio de Comunicaciones para irse al de Defensa. El sector de las telecomunicaciones se siente más comprendido con un secretario de Comunicaciones, Héctor Huici, que sabe del negocio, aunque lamenta haber perdido el rango de ministerio.

En Telefónica reclaman que la fusión Telecom/Cablevisión se adecue a la ley y no viceversa. Los españoles dicen que Macri ya ha adecuado varias normas a gusto de Clarín en este último año y medio.

En primer lugar, Telefónica advierte de que las operadoras celulares de las empresas fusionadas, Personal y Nextel, superarán ampliamente el tope de espectro permitido. Pide que primero devuelvan el excedente y sólo después se distribuya banda móvil para adecuarla a las crecientes necesidades de los usuarios. En segundo término, reclama que se nivele la cancha: la legislación actual establece que las cableras ya pueden ofrecen telefonía en todo el país, mientras que las telefónicas sólo podrán dar TV desde enero próximo en las tres principales ciudades del país, Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
Tercero, el grupo español que preside José María Álvarez-Pallete pide que se elimine la barrera que impide a las telefónicas y cableras entrar al negocio de la TV satelital y viceversa. Tanto Telefónica como Claro, la compañía de la mexicana América Móvil, propiedad de Carlos Slim, cuentan con satélites con los que podrían ofrecer de inmediato el servicio, sin necesidad de comprar la filial de DirecTV, que a su vez pertenece al gigante norteamericano AT&T. En su momento se había especulado con que alguna de las dos podría comprar esta operadora de TV satelital, pero en los últimos días lo que se rumoreó fue que AT&T, dueña del grupo de medios Time Warner, podría quedarse con la filial argentina de Telefónica. Eso sí: AT&T también está muy endeudada. Y aunque la Argentina lejos está de ser un mercado descomunal, tanto para la estadounidense como para los españoles resulta relevante.

PROMESA
El Gobierno viene prometiendo una desregulación total a partir de la fusión. Si eso alcanza a la TV satelital, los que lo lamentarán son las cableras Telecentro, de Alberto Pierri, y Supercanal, de Daniel Vila y José Luis Manzano. Porque sus empresas serían menos apetecibles de ser adquiridas por unas telefónicas con acceso a satélites propios. Por las dudas, Telecentro está expandiéndose en forma veloz en la zona norte del Gran Buenos Aires. En el grupo de Magnetto también recelan: “Si las dejan dar TV satelital, no van a invertir en banda ancha fija”.

Telefónica también alza la voz por la cuota de mercado que tendrá la nueva Telecom, controlada por Clarín, en determinadas ciudades como Córdoba, donde dominaría el 95% del negocio de banda ancha. Los españoles, en lugar de reclamar que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia obligue a vender allí una parte del negocio, piden que la firma de Clarín se vea obligaba a alquilarles la red. En las huestes de Magnetto replican que lo que no quiere Telefónica es invertir para comprar o construir fibra óptica. Además alegan que el negocio de la banda ancha fija converge con el de la móvil y que en Córdoba Claro domina el 60% del mercado celular.
La firma europea contesta que invertirá este año 10.746 millones de pesos, unos 615 millones de dólares actuales, en el despliegue de tecnología 4G para celulares y de red de fibra óptica, con la que ahora ofrece Internet pero en el futuro cercano dará TV. El ritmo de inversión será similar en 2018 y 2019.

Claro prevé invertir 400 millones de dólares anuales, no sólo en telefonía celular sino también en expandir su pequeña red de fibra óptica en la zona norte del conurbano bonaerense. En la compañía mexicana sostienen que así podrán ofrecer un servicio más rápido que los de Telefónica y Telecom, que en general tienen cables de cobre, y el de Cablevisión, que cuenta con una red híbrida de fibra y cable coaxial. Los ejecutivos de Claro en la Argentina festejan la fusión. ¿Por qué? Porque así están convenciendo con más facilidad a su casa matriz de que hay que aumentar la inversión en este país para enfrentar a Clarín.

Mientras el grupo de Magnetto considera que el futuro está en la banda ancha móvil, el de Slim apuesta por la fija. Pero está claro que el servicio de Internet será la clave porque los consumidores jóvenes cada vez más quieren sólo eso para contratar a las empresas que proporcionan contenidos, las over-the-top (OTT), como Netflix. Por allí circulan consumen YouTube, Facebook, Whatsapp, Instagram o Snapchat. La Internet de las cosas, con la que se manejarán desde autos hasta electrodomésticos, aumentará la demanda de banda ancha. Mientras, está de moda el cord-cutting, el corte de cable. De hecho, el servicio de TV de Cablevisión perdió el año pasado clientes por primera vez. Por eso a Claro no lo desvela la operación de televisión, al menos en la Argentina.


viernes, 16 de mayo de 2014

LAS TELEFÓNICAS refuerzan el AVANCE sobre la TELEVISIÓN PAGA



AT&T NEGOCIA LA COMPRA DE DIRECTV POR UNOS US$ 50.000 MILLONES
Las telefónicas avanzan cada vez más en el sector de la TV paga. Esta semana se conoció que una de las mayores telefónicas estadounidense, AT&T, negocia la compra del operador satelital DirecTV en unos US$ 50.000 millones.
La estadounidense DirecTV es el mayor operador global de televisión paga, con 35 millones de abonados, con creciente presencia en América latina.
En la Argentina, DirecTV tiene dos millones de abonados, que representan el 25% del mercado de la televisión paga, con un aumento del 220% en su base de abonados en los últimos cinco años, frente al 15% de incremento que en ese período tuvo el resto del sector.
La ley de medios beneficia a DirecTV, que puede brindar su servicio en todo el país; mientras que los operadores de TV por cable sólo pueden estar en 24 localidades. Además, su aplicación selectiva por parte de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), que preside Martín Sabbatella, le permite a DirecTV emitir sólo los canales de la televisión abierta de Capital Federal y no incluir a los canales de aire de las provincias.
Según Dataxis, el mayor operador de TV paga en la región es la empresa mexicana América Móvil, que a fin de 2013 tenía 13,5 millones de abonados en 15 países y su mayor filial es la de Brasil, donde tiene aNet, que le compró al multimedios O Globo.
América Móvil es dueña en la Argentina del operador de telefonía celular Claro, que no puede dar TV paga, porque la ley de medios establece que sólo pueden tener licencias audiovisuales las empresas de capital argentino, hasta 30% de capital extranjero, excepto que tengan tratado de reciprocidad en las inversiones, como Estados Unidos, Francia, Países Bajos e Italia.
Telefónica también avanza a nivel global muy fuerte en el sector de la TV paga. La semana pasada el Grupo Prisa aceptó su oferta de compra del 56% del operador de TV por cable español Canal+, en US$ 1.000 millones.Telefónica es el mayor operador de telecomunicaciones en España y con esta adquisición será también el mayor operador de televisión paga en ese país.
Canal+ tiene 1,6 millón de abonados, que se sumarán a los 700.000 que ya tiene Telefónica en España, a través de Fusión TV. Además, el operador español tiene otros 2,5 millones de abonados a la TV paga en América latina.
La ley de medios también le prohíbe a Telefónica dar servicios de televisión en la Argentina. Pero igual tiene nueve canales, a través de Telefe, y el Gobierno no resolvió su situación, pese a que tiene desde hace un año y medio su plan de adecuación en AFSCA.
En tanto, el Gobierno analiza una modificación a esa normativa, para permitir el ingreso de las telefónicas internacionales al sector de la TV paga en la Argentina.

viernes, 11 de abril de 2014

Las grandes TELEFÓNICAS de EE.UU. exploran un mundo sin LÍNEAS FIJAS



Los residentes y comerciantes de Carbon Hill, en el estado de Alabama, recibieron en febrero una carta de AT&T Inc. con una sorpresa. La compañía les decía que la localidad, donde letreros dan a los visitantes la bienvenida a "la ciudad con futuro", podría ser parte de uno de los mayores cambios tecnológicos desde el primer teléfono de Alexander Graham Bell.
Si los reguladores lo aprueban, los clientes de AT&T tendrán que cambiarse a servicios inalámbricos o de alta velocidad. Los nuevos clientes no podrán conseguir una línea fija terrestre tradicional. Los cambios propuestos representan "una gran oportunidad para nuestros clientes y nuestra compañía", escribió Fred McCallum, el máximo ejecutivo de AT&T en Alabama.
Durante la última década, AT&T y Verizon Communications Inc., los mayores operadores de telecomunicaciones en EE.UU., han estado enterrando cables de fibra óptica y modernizando antenas con la esperanza de reemplazar sus redes telefónicas centenarias con tecnología propia de la era de Internet. Las correspondientes mejoras en la velocidad de Internet y la cobertura inalámbrica han impulsado el uso del celular, la creciente popularidad del streaming de video y las llamadas a través de la web, como con Skype.
Hoy en día, casi 40% de los hogares en Estados Unidos no tienen línea fija, y hay más aparatos inalámbricos que personas.
"La revolución está por todos lados", dice Thomas E. Wheeler, presidente del directorio de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. (FCC, por sus siglas en inglés). Una red que funciona solo con Internet podría conducir a mejores productos, precios más bajos y "ventajas masivas" para los consumidores, señala.
Como la nueva tecnología está expuesta a menos regulaciones, los cambios preocupan a competidores más pequeños, como EarthLink Holdings Corp. y TW Telecom Inc., que usualmente venden a sus clientes servicios donde las tarifas de la "última milla" sobre las redes tradicionales de AT&T y Verizon, están reguladas. La última milla alude al último tramo que conecta al usuario con la red.
La compañía de servicios móviles Sprint, por ejemplo, teme que AT&T pueda cobrarle demasiado por interconexión cuando sus clientes traten de llamar a clientes de AT&T."Esta gente cree que con cambiar algún aparato en la red pueden tirar todas las regulaciones a la basura", dice Chris Murray, quien supervisa el área de asuntos gubernamentales de EarthLink, con sede en Atlanta.
AT&T y Verizon dicen que los rivales podrán usar sus redes, pero que tendrán que negociar acuerdos comerciales en lugar de pagar precios impuestos por los reguladores. AT&T asegura que nadie perderá su línea fija hasta que la compañía pruebe que puede ofrecerles "una alternativa" a sus clientes.
Las autoridades podrían darle una mano a la nueva tecnología. En enero, la FCC decidió permitirles a las telefónicas lanzar "experimentos" destinados a reducir el uso de redes anticuadas. Ahora, AT&T busca aprobación para lanzar una serie de cambios que impedirían a los residentes de Carbon Hill y parte de Delray Beach, en Florida, suscribirse al servicio de línea fija.
La telefónica quiere que sus clientes actuales y futuros usen el servicio de banda ancha, celulares o un teléfono convencional que se conecte a una caja tipo router. La caja se enchufa a la corriente eléctrica y envía señales a una torre celular.
AT&T podría recibir luz verde para ese primer paso en junio. La transformación total en las dos ciudades de prueba llevaría varios años y cada paso tendría que ser aprobado por los reguladores. La FCC dice que no permitirá a las telefónicas que descuiden su obligación de ofrecer servicio universal, o fácil acceso al sistema de comunicaciones, y asegura que estará pendiente de la reacción de los clientes.
La aprobación alentaría a otras compañías a buscar el visto bueno para sus propios experimentos y a AT&T a extender sus esfuerzos a otras ciudades. Verizon dice que pedirá permiso para cancelar su vieja red, pero no ha revelado cuándo.
No está claro cómo manejará AT&T la dependencia de la tecnología antigua para las llamadas de emergencia, alarmas de seguridad, marcapasos e incluso sistemas utilizados por controladores de tráfico aéreo. La FCC promete velar por esos servicios.
Verizon, con sede en Nueva York, ha invertido más de US$23.000 millones en la última década para levantar su servicio FiOS basado en fibra óptica, que hoy cuenta con más de seis millones de clientes residenciales en una docena de estados. AT&T planea convertir toda su red en 22 estados a tecnología de protocolo de Internet (IP por sus siglas en inglés) para 2020. La empresa, con sede en Dallas, tiene inversiones en marcha por US$6.000 millones para reemplazar partes de su red de cables por fibra.
Las dos empresas, con un total de más de 250 millones de clientes, no ocultan su objetivo final: eliminar para siempre sus viejas redes que, alegan, les cuestan miles de millones de dólares al año, pese a que cada vez más clientes dejan de usarlas, atraídos por servicios de los proveedores de televisión por cable.
AT&T asegura que la transición creará redes más rápidas y baratas que acelerarán la creación de mejores llamadas de voz y video de alta definición. Además, librarán a las telefónicas de regulaciones que no se aplican a sus competidores en la industria del cable, que incursionaron hace mucho tiempo en el terreno de las telecomunicaciones.
Los escépticos subrayan que la industria estadounidense de telecomunicaciones está muy concentrada: AT&T y Verizon tienen casi dos tercios de los abonados a servicio celular.
La transición al protocolo de Internet "es una gran promesa para los consumidores, pero perder acceso a servicios asequibles de voz y banda ancha no puede ser parte de la negociación", escribió a la FCC el mes pasado Comptel, un grupo que representa a las telefónicas más pequeñas


Por Ryan Knutson  | The Wall Street Journal Americas